• 2024-03-11
• by Centro Cultural Virtual Argentino

35 años del "Disney argentino": el sueño de un hijo de inmigrantes y su obra de arte a gran escala en Buenos Aires

Campanópolis, la aldea mágica ubicada a 45 minutos de CABA, festeja su aniversario con motivo del recuerdo del natalicio del creador Antonio Campana. Conocé su interesante historia de origen.

Campanópolis es historia por donde la veas, desde las calles hasta las ventanas y las puertas de cada construcción. En cada espacio, hay algún dato o anécdota detrás. Y eso también incluye su origen. Pocos saben, pero la aldea mágica ubicada a 45 minutos de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) fue creada por un hijo de inmigrantes italianos que tenía muchos sueños, pero de un momento a otro su vida pareció desvanecerse. Antonio Campana nació en 1933 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Cursó hasta 6° grado de la escuela primaria y luego debió abandonar sus estudios para trabajar en el Centro de Almaceneros de la Capital Federal. En 1948 se recibió de dactilógrafo en las Academias Pitman y años después fundó el primer autoservicio de comestibles mayoristas del país. Se casó, tuvo tres hijos y todo parecía ir en orden, al punto de que en la década del 70’ decidió comprar 208 hectáreas en el partido bonaerense de La Matanza, localidad de González Catán. Pero tiempo después fueron expropiadas por el CEAMSE (Cinturón Ecológico Área Metropolitana Sociedad Del Estado) que durante más de cinco años las usó para relleno sanitario, dejando secuela de contaminación ambiental. Años después, Campana logró recuperar el lugar -lleno de basura- a nivel ambiental y judicial. Entre otras inversiones, decidió plantar 10.000 árboles, restableciendo el equilibrio ecológico, con el fin de tener un lugar para compartir con sus hijos y amigos. Pero Antonio cumplió 50 años y tuvo un quiebre en su vida: le diagnosticaron cáncer de amígdalas. “Los médicos le daban cinco años de vida”, afirmó Oscar Campana, uno de los hijos y actual Gerente General de la aldea. Frente a este panorama desalentador, Campana decidió desligarse de la compañía alimenticia y cumplir su sueño (con los ahorros que tenía): construir una vieja Europa en Buenos Aires, que finalmente sería Campanópolis. Sin ser arquitecto y solo realizando dibujos, Antonio creó poco a poco Campanópolis. Para la mano de obra, contrató a vecinos de la zona, quienes tal vez no tenían oficios ni experiencia en la albañilería, pero con el tiempo la conseguían. Y para los materiales de construcción y decoración, si bien compró algunos, la mayoría eran sobrantes de demoliciones. Desde ladrillos, puertas, ventanas, caireles, manijas de todo tipo (hasta de cajones velatorios), partes de camas, columnas de estaciones de tren y escaleras. Todo servía. Cabe mencionar que en ese entonces las ciudades abandonaban las arquitecturas del siglo 20 y, por lo tanto, desechaban materiales que para ellos ya eran “antiguos”; pero para Antonio -verdadero pionero en el reciclaje- eran oro. Aprovechó cada sobrante encontrado y lo llevó a Campanópolis, creando así -según Oscar- una “obra de arte a gran escala”: “Campanopolis es un lugar mágico, nacido de la visión de un hombre sin estudios de arquitectura, pero con un posgrado en imaginación. Hace que todos los que nos visitan viajen en tiempo y espacio, y disfruten de una experiencia única e inolvidable”. Luego de varios años, Campanópolis, también llamado “Disney argentino”, quedó finalmente formado por un grupo de construcciones unidas por callejuelas adoquinadas, pasajes, recovecos y lugares secretos, siendo la única aldea en Sudamérica de estilos diversos del medioevo europeo y de arquitectura ecléctica. Por su parte, Antonio, quien afortunadamente vivió más de cinco años (falleció en 2008), llegó a verla y disfrutarla. En 2002, el lugar fue declarado de Interés Turístico por la Secretaría de Turismo y Deporte, mientras que en el 2006 fue declarado por la Cámara de Diputados de la Nación como de Interés Cultural. Años después, en 2020, recibió certificación como Marca País, por parte de la Secretaría de Promoción Turística del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. Al día de hoy, el espacio es administrado por los hijos de Antonio, quienes ofrecen la posibilidad de visitar la aldea, además de alquilar el lugar para grabar campañas publicitarias, series, videos de 15 años, pre boda, bautismo y más. Desde las telenovelas argentinas Casi Ángeles y Chiquititas hasta la banda mexicana Maná, infinidades de éxitos culturales y musicales pasaron por Campanópolis. Aniversario de Campanópolis: novedades y cómo realizar las visitas guiadas Este mes, Campanópolis cumple 35 años con motivo del recuerdo del natalicio del creador. La magia continúa intacta, al punto de que no hay ninguna obra ni construcción nueva, excepto por dos atracciones creadas en el marco del aniversario: Reabrió el museo de Antonio Campana. Allí los visitantes pueden encontrar fotos, libros, documentos y pertenencias del creador del parque. Considerando que el historiador Alfonso Corso, interpretando los relatos del alemán Ulrico Schmidl, aseguró que las tierras pertenecieron a Don Juan Manuel de Rosas, se emplazaron dos esculturas de hierro en la aldea: “Iluminado Rosas” y “El abrazo”, realizadas especialmente por el artista argentino Alejandro Marmo. Para vivir ambas experiencias, hay que realizar un paseo, que consiste en una visita de 4 horas de permanencia, con un recorrido guiado de aproximadamente 1 hora 15 minutos, con expertos que cuentan la historia, la construcción, el cuidado de la ecología y el medioambiente de la aldea a lo largo de su creación. El resto del tiempo se puede pasear y disfrutar libremente. Los visitantes podrán aprovechar para tomar fotografías (únicamente con fines turísticos), adquirir recuerdos en la tienda de souvenirs y realizar picnics, ya que hay un mercado con variedad en sándwich, panchos, empanadas, pizzas, wraps, tartas, entre otros. También está permitido asistir con comida y bebidas. Cabe mencionar que el acceso a la aldea es únicamente a través de visitas guiadas y el ingreso al parque es con la compra de tickets online, sin excepción. Se pueden adquirir mediante el sitio web del lugar y aceptan diversos medios de pago. La entrada general cuesta $10.000, mientras que los adultos mayores y los contingentes educativos pagan $7.000. Los menores de dos años y las personas con certificado de discapacidad ingresan gratis (incluye un acompañante, siempre que el certificado de discapacidad incluya la acreditación de tal requerimiento). La dirección del lugar es Bariloche 7300, González Catán. Horarios de las visitas guiadas disponibles de marzo Miércoles 27 de 13 a 17. Jueves 28 de 13 a 17. Viernes 29 de 9 a 13. Sábado 30 de 9 a 13. Domingo 31 de 9 a 13. "El aniversario coincide con el nacimiento de Antonio. Estamos orgullosos de celebrarlo con una nueva obra de nuestro querido artista Marmo -a quien le estoy sumamente agradecido- y con la reinauguración de un museo en homenaje a mi padre", concluyó Oscar.